Descubre Bélgica: Consejos sobre conducción, seguridad y cultura
La capital de Bélgica es Bruselas, una ciudad vibrante conocida por ser el corazón político de la Unión Europea y por su histórica Grand Place.
Bélgica forma parte del Área Schengen, por lo que los ciudadanos de la UE no necesitan visa. Los ciudadanos de EE. UU., Canadá y Australia pueden visitar sin visa por hasta 90 días dentro de un período de 180 días. Verifica las reglas de visa Schengen para otras nacionalidades.
Bélgica usa el euro (€). Las tarjetas de crédito son ampliamente aceptadas, pero es bueno tener algo de efectivo para pequeños establecimientos, especialmente en áreas rurales.
Sí, Bélgica es muy segura para los turistas, con bajas tasas de criminalidad. Sin embargo, ten cuidado con los carteristas en áreas turísticas concurridas como la Grand Place de Bruselas o la estación de tren de Amberes.
Bélgica tiene tres idiomas oficiales: neerlandés (flamenco) en el norte, francés en el sur y alemán en una pequeña región del este. El inglés es ampliamente hablado en áreas turísticas.
Bélgica es famosa por su chocolate, gofres, cerveza (como las cervezas trapenses), ciudades medievales como Brujas y Gante, y monumentos como el Atomium en Bruselas.
La primavera (abril a junio) y el otoño (septiembre a octubre) ofrecen un clima suave y menos multitudes. El verano es ideal para festivales, pero puede estar concurrido. El invierno es perfecto para los mercados navideños, especialmente en Brujas y Bruselas.
Bélgica tiene un costo moderado. Ciudades como Bruselas y Brujas pueden ser caras para el alojamiento, pero la comida y el transporte son razonables. Los viajeros con presupuesto pueden encontrar opciones asequibles en pueblos más pequeños.
Sí, el agua del grifo en Bélgica es potable y cumple con altos estándares de calidad. Muchos locales la beben, aunque el agua embotellada también está ampliamente disponible.
Los lugares imprescindibles incluyen Bruselas (Grand Place, Atomium), Brujas (canales, centro histórico), Gante (Castillo de los Condes de Flandes), Amberes (distrito de los diamantes) y las Ardenas para los amantes de la naturaleza.
Bélgica, un pequeño pero diverso país en Europa Occidental, es un tesoro de historia, cultura y gastronomía. Conocida por sus ciudades medievales como Brujas y Gante, Bélgica ofrece calles empedradas, canales y arquitectura gótica junto a centros modernos como Bruselas, la capital de facto de la UE. El país es un paraíso para los amantes de la comida, famoso por su chocolate, gofres, papas fritas y una amplia variedad de cervezas, incluidas las trapenses. Sus regiones—Flandes en el norte, Valonia en el sur y la bilingüe Bruselas—tienen identidades distintas, reflejadas en sus idiomas y tradiciones. Desde las colinas de las Ardenas hasta el bullicioso puerto de Amberes, Bélgica es perfecta para los aficionados a la historia, los amantes de la comida y aquellos que buscan una mezcla de encanto del viejo mundo y vitalidad moderna.
La principal puerta de entrada a Bélgica es el Aeropuerto de Bruselas (BRU), ubicado a 12 km al noreste de Bruselas, que ofrece vuelos a más de 200 destinos en todo el mundo. El Aeropuerto de Bruselas Sur Charleroi (CRL), a 46 km de Bruselas, sirve a aerolíneas de bajo costo como Ryanair. Otros aeropuertos incluyen Amberes (ANR) y Ostende-Bruges (OST) para vuelos regionales.